Mes: junio 2018

La Plaza Independencia, corazón de la Ciudad de Mendoza

Al recorrer la Ciudad de Mendoza un punto que siempre converge es su plaza principal que se ha convertido en su núcleo desde su creación: Plaza Independencia. 

Una plaza que fue el primer escalón de una Mendoza moderna que resurgió de sus ruinas después que en 1861 destruyera siglos de historia colonial y planteara su reconstrucción y modernización. 

Göring, Litografía 1858 - Mdz vista hacia el oeste
La ciudad de Mendoza en 1858, vista de la Plaza Mayor. Litografía de Göring

Antecedentes

La Ciudad de Mendoza fue fundada por Pedro del Castillo el 2 de marzo de 1561 sobre lo que se llamaba el «Valle de Huentata». Durante siglos fue una pequeña aldea de paso hacia Chile, pero a medida que algunas de sus industrias, como el vino por ejemplo, se hacían más visibles, la Ciudad se tornó con cierta importancia en el país, sobretodo en la época que durante y pos de la guerra por la independencia.

Esta pequeña aldea que tenía sus calles angostas, sus templos religiosos de estilo barroco colonial y que todos circundaban alrededor de una plaza «Mayor» como sugieren el trazado de muchas ciudades españolas, descasaba sobre fallas geológicas que más de una oportunidad sacudieron a la ciudad colonial. Uno de los primeros recuerdos que se tiene es del «Terremoto de Santa Rita» el día 22 de mayo de 1782. Muchas edificios se derrumbaron en aquel sismo dejando cientos de muertos que quedaron atrapados en sus casas de adobe y paja.
Días después, algunos pobladores comenzaron a sacar los escombros para reconstruir la ciudad.

Uno de los más afectados fue el templo que había pertenecido a la Compañía de Jesús, que sufrió rajaduras, principalmente en la torre del campanario. También el convento y la iglesia de los franciscanos sufrieron importantes deterioros.

Pero sin duda el apocalipsis de la aldea colonial sucedió el 20 de marzo 1861, cuando un sismo de escala 7.1 en la escala de Richter sacudió a los mendocinos durante esa tarde-noche y cambió a la ciudad por completo y para siempre. La escala de destrucción fue tal que prácticamente toda la ciudad quedó destruida y solo quedó en pie columnas y paredes de algunas iglesias.

Luego del terremoto muchas vidas se perdieron y la ciudad quedó a merced de vándalos y saqueadores y el mismo gobierno tuvo que tomar medidas extremas para que se restablezca una cierta paz (ver Laureano Nazar y el gobierno que pasó un terremoto).

Con los años se empezó la ardua tarea de reconstruir la ciudad y hubo opiniones muy dispares en cuanto a su nueva ubicación. De lo que se estaba seguro es que ya no sería en la vieja y derrumbada locación.

El consenso llegó a proyectar la nueva ciudad a metros de la antigua, en los terrenos de la Hacienda San Nicolás, que antiguamente pertenecía a los agustinos y que luego pasó a manos del estado.

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La Plaza Independencia en 1880. Foto tomada desde calle Unión (hoy Sarmiento) por el fotógrafo Christiano Junior

La Ciudad Nueva de la Mendoza posterremoto
La ciudad trazada después del terremoto de 1861 fue una nueva Mendoza, tanto porque
creció fuera del área en ruinas como por sus características innovadoras propias del
urbanismo progresista, funcionalista e higienista de fines del siglo XIX. La provincia
contrató para su diseño al agrimensor Julio Ballofet. Fueron sus elementos constitutivos:
calles y avenidas anchas y rectas, forestadas con altas arboledas de especies uniformes;
plazas verdes, red de riego urbano con acequias en todas las calles. Se realizó en todas las manzanas un parcelamiento regular y se adoptó en ellas mayoritariamente la tipología residencial de la casa chorizo. Esta construcción, llamada también italianizante, conformó un tejido que definió un paisaje urbano homogéneo. Los códigos y reglamentos de edificación controlaron líneas, alturas, colores, calidad y sismorresistencia. A la vez en el damero nuevo surgieron edificios singulares de gran valor: residencias a la manera de petits hotels con fachadas liberty, 9 colegios, bancos, hoteles, teatros, comercios e iglesias. Hacia 1910, para el Centenario de la Revolución de Mayo, la nueva ciudad ya se mostraba como un modelo original de urbanismo de oasis y ejercía su influencia regional.
El damero de 64 manzanas está centrado en Plaza Independencia, una plaza parque de 4
hectáreas. En las diagonales del foco principal, y con manzanas edificadas entre medio,
aparecen cuatro nuevas plazas que se erigieron a la vez en focos menores. Son las
actuales plazas: España, Italia, Chile y San Martín. Esta última, denominada en los inicios, Plaza Cobo, en homenaje a Juan F. Cobo, introductor del álamo en la ciudad, se
transformó en el núcleo de la zona bancaria.
La Plaza independencia

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El estanque de la Plaza proyectado por Andrés Clerici. La foto es de 1880 y fue tomada por Christiano Junior

La Plaza Independencia fue el emblema de esta nueva ciudad. En esta plaza parque que abarca cuatro manzanas se originan dos ejes estructurantes de la trama urbana: el boulevard Mitre, en sentido norte-sur, y la avenida Sarmiento, en sentido este-oeste.
Originalmente fue concebida como plaza cívico- religiosa pero tras ciertas modificaciones a lo largo de su historia se convirtió en un espacio de valor paisajístico y recreativo. Un potrero fue el uso inicial de la plaza hasta 1870, año en que comienza la plantación de las primeras especies

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La Plaza Independencia hacia 1880. Foto del Archivo Histórico de Mendoza

forestales. El arquitecto Andrés Clerici proyectó un lago para paseos náuticos que se abastecía de las aguas del canal Jarillal. Su inauguración oficial fue en 1874 y de aquella época datan dos elementos que luego se eliminarían: una gruta y un pequeño cerro. Hacia fines de los 80 del siglo XIX Esteban Dumesnil realiza la primera remodelación, reemplazando el lago por una fuente ornamental encargada a una fábrica francesa.
En esa década se coloca una balaustrada perimetral y se generan cuatro accesos coincidentes con las calles Sarmiento y Mitre. Los principales edificios que rodeaban a fines del siglo XIX esta plaza, arbolada con eucaliptos, naranjos, casuarinas, cipreses, pinos y tamarindos, eran la Casa de Gobierno, la Iglesia Matriz, la Cárcel y el Club Social. En 1927 se realizó un concurso nacional para la nueva Casa de Gobierno, cuya localización se pensaba en el centro de la plaza. El ingeniero Pablo Pater y su socio, el arquitecto Morea, ganaron el primer premio con un proyecto de tipo neo-clásico. Diez años después y luego de que las obras se iniciaran y paralizaran, el gobierno provincial decidió la demolición de dicha obra. Daniel Ramos Correas, director de Parques y Paseos Públicos de Mendoza, utilizó parte de los cimientos para construir dos edificios para la cultura, uno destinado a museo y otro a auditorio, que se ubicarían en el subsuelo de la plaza. El arquitecto suprime las balaustradas, construye escalinatas de piedras regionales para salvar los desniveles y, finalmente, incorpora una fuente semicircular con jardines en pendiente cuyo remate es el volumen de los edificios semienterrados. Ramos Correas aplica conceptos del paisajismo nórdico en el diseño de los senderos peatonales, utilizando materiales rústicos como el canto rodado, la piedra arenisca y el hormigón visto. Genera espacios de gran calidad ambiental como el rincón de los poetas y también el área para juegos infantiles. En 1942 se coloca en el eje este-

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La fuente de la Plaza que estuvo hasta 1927 que luego fue trasladada a la plaza del departamento de Maipu. La fuente fué realizada Mathurin Moreau y Michel Joseph Napoléon Liénard en la fundidora Val d’Osne. Foto de 1909.

oeste un enorme escudo provincial lumínico de 16 metros de altura que inicialmente había sido instalado en el ingreso al parque durante la Fiesta de la Vendimia del año 37. El Museo Municipal de Arte Moderno, que desde su creación había deambulado por diversos edificios, encuentra su sede definitiva en 1991 en el subsuelo de la plaza. En 1995 el Municipio de la Ciudad encara la última remodelación. Se reemplazan los solados pétreos que le otorgaban un carácter pintoresco y se incorporan juegos de agua y un nuevo remate a la fuente central, al ubicar un mural realizado por la escultora Eliana Molinelli.

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